viernes, 16 de diciembre de 2011

Audi RS3









No se trata de un coche especialmente ligero, ya que su peso en vacío es de 1.650 kg, pero con el 2.5 TFSI bajo el capó se mueve con mucha soltura. A su favor hay que decir que conseguimos un consumo medio de unos 15,5 litros (homologa 9,1) a los cien kilómetros por tramos de costa con muchas curvas y haciendo uso de su capacidad de aceleración constantemente.

El sistema de frenos está a la altura de las circunstancias con unos discos ventilados de 370 milímetros en el eje delantero y de 310 milímetros en el trasero. La mordida es considerable y además no fuimos capaces de notar ningún signo de fatiga después de hora y media haciendo buen uso de ellos.

En definitiva, el RS3 Sportback tiene un marcado carácter deportivo, permite unos ritmos exagerados tanto por tramos revirados como por carretera y además no es incómodo. Obviamente, no es un coche burgués (suspensión deportiva, rebajada, neumáticos de perfil bajo…), pero el equilibrio entre la efectividad y la comodidad está muy bien conseguido.



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